ACEPTACION-NEGACION
Estábamos despidiendo el seminario en Villarrica. De pronto Rebeca Nahuel, de Nueva Imperial, me solicitó el micrófono. "Quiero agradecer", me dijo. Y comenzó a orar en Mapudungun, la lengua de los Mapuche. Años trabajando con distintos grupos humanos, en diversos lugares y nunca una participante pedía orar, al concluir una jornada. No entendí lo que dijo, pero luego se encargó traducirnos. Rogaba por el buen retorno de todos, daba gracias por lo compartido y pedía por nuevos encuentros. La cotidianeidad se me hace tan transparente, que no son pocas las ocasiones en que me olvido que los otros/as, son otros/as distintos en dioses y lenguas, en comovisiones y prácticas. Lo intercultural se me disfraza de simple diversidad, y lo interétnico es un telón de fondo que a veces la obviedad me hace soslayar. Yo dí gracias por las oportunidades que tengo para estar en contacto con tantas Rebecas, porque me enseñan que de la aceptación a la negación de los demás, hay apenas un dialécto, una oración, una manera.