11.5.08

VOLCAN

¿No tenemos acaso, bajo la propia piel,
un pequeño dios de fuego?
¿No somos acaso, un manto ardoroso,
candente, aletargado, en busca de cielo?
¿No deseamos acaso, en pirómana actitud,
inmolarnos en el magma febril de nuestros deseos?
¿No es acaso nuestra vida, una lava silente
que busca monte abajo algo de paz?
Roca, ceniza, fuego que se olvida de ser fuego,
eso somos.
(Un abrazo enorme a mis compatriotas de Chaitén)

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