31.12.07

DISCURSO DE AÑO NUEVO

Impedido como estoy de oírles y que usted me oigan, sean estas las últimas letras que ustedes me lean, para que cuando me lean, me oigan decir que estoy impedido de hablarles y oírles. Quizás crean usted que a año muerto...., pero ya saben. Ya saben ustedes que a año muerto, ....quizás.

De artificio, de eso estamos hechos. Y de abundancia. Demasiada liviandad en el Vaticano, superávit de torpezas en el Pentágono, mucha lujuriosa y concuspicente lasciva, en las bolsa de la carne fresca de Moscú. Demasiada sangre corriendo bajo los puentes de la intolerancia: "Si no crees en lo que creo, tú no crees en nada". Bum bum, bam bam, y me exploso para redimir a los explotados, que siempre son explotados por otros, que no son los míos. Abultados titulares indecentes: "De aparecer aparecieron, pero en una lista de desaparecidos". "Guerrilleros cambian niño inocente criado en la selva, por criado en la selva que se hizo guerrillero porque no tuvo niñez".

Pero aún tenemos patria ciudadanos. Cada año hay que Vivir para contarlo. Patria virtual o muerte compañeros. Seguiremos leyéndonos y escribiéndonos "para defender la alegría de la alegría". El 2008 será igual que el 2007, y recreará parte del 2003. Al fin y al cabo seguimos siendo los mismos y también todo lo contrario. Seguimos siendo contradicción que busca, cual río ansioso, su camino libre al mar. Aunque sabemos que la libertad es apenas una ilusión, no nos cansa seguir su huella, a veces somnolientos. A abrazarnos entonces, por que sí, de puro gusto. A inventar nuevos abrazos, a respirar profundo bajo el cielo que siendo el mismo, nos cubre con tonos diferentes en cada lugar.

4.12.07

MISTICO CONCUPISCENTE

- "Y Dios, Rojas. ¿Usted cree en Dios?" - le pregunta al poeta Gonzalo Rojas, el periodista Marcelo Simonetti:
- "Yo creo en mi Dios y le hablo despacito. No hay que hablar fuerte con él. En mí funciona un juego medio místico. Cuando la gente lee mis poesías de amor, dice: ¡cómo va a ser místico, este señor, casi libertino! Bueno, místico concupiscente, si tú quieres. Además, creo que el encantamiento amoroso y hasta el acto sexual es sagrado. Nadie puede andar diciendo que se trata de una profanación, ¡profanación de qué! A mí la culpa no me funciona y no tengo la culpa de que no me funcione. ¿El pecado? Menos."

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