28.2.06

EL BAUTIZO Y EL HABITUS

Y cuando se bautiza Marcelito? Es la pregunta que abre los fuegos en un tema que interesa a abuelos y a la madre del niño, pero no a Marcelo, mi amigo, su padre. "Marcelito no se bautiza..." sentencia sin dar más argumentos y cambiar casi bruscamente de tema. "Yo deseo que se bautice, indica Katty, la madre, porque yo soy católica y porque me parece necesario". Los abuelos maternos asienten, mientras uno de ellos pide el azúcar. "No es bueno que esté sin bautizarse", agrega la abuela, casi al borde del enojo. Mi amigo se me aparece como un padre rígido y un esposo autoritario. Recuerdo que hace poco tiempo fue padrino de un niño en la iglesia católica y que además se casó en ella, y es por cierto, bautizado en ella. "Yo deseo que mi hijo escoja cuando tenga edad suficiente...", balbucea cuando la discusión parecía cerrada. "Tu hermano se hizo mormón a los 29, verdad?, hubiera sido mejor que escogiera eso a su edad y no que tus papás optaran por él cuando no tenía conciencia", vuelve, sentenciero. "Pero la función de los padres es escoger por los hijos mientras les enseñamos a escoger por sí mismos, escogemos sus colegios, sus remedios, su ropa, y si más tarde desean cambiar nuestras decisiones, me parece bien, pero antes...yo escojo por él", replica Katty en una opinión que logra seducirme. Nosotros no tenemos ese problema. Yo quería fiesta y mi esposa iglesia. Nuestros familiares, todos católicos, festejaron mucho, tuvieron misa, y viajaron de todos lados hasta Temuco para bautizar a Felipe, hace ya 9 años.

¿Por qué Marcelo, bautizado, casado y padrino por la iglesia católica no desea reiterar el ciclo? Porque no desea entregarle más poder simbólico a los católicos, es lo que me confiesa en la hora de la charla más íntima. No desea reproducir, sino generar una inflexión familiar en torno a un tema, frente al cual me pregunto si mi esposa alguna vez pensó en no bautizar. Le pregunto más tarde y me dice ¿por qué podría yo pensar en no bautizar???. Es transparente para ella, debe ser así, no admite reflexión, es parte de su habitus. Lo es también del habitus de Marcelo, pero éste ha hecho la reflexión y no desea más poder simbólico para aquellos en los cuáles él no cree. Quiebre. Debate a la hora de onces, abuelos al borde del enojo por el niño "moro", y ahora mi amigo Marcelo me parece un ser reflexivo, menos rígido, aunque quizás comunica de mal modo sus intereses frente a su pareja. El hábitus, ese sistema de disposiciones durables, que, a través de experiencias y memorias, va a posibilitar o a obstaculizar la creatividad, la capacidad de innovación de los sujetos, se me aparece aquí del modo como lo definiera
Pierre Bordieu. Katty desea no variar el paso de un baile que da resultados, Marcelo desea hacer la inflexión el quiebre, abrir otras puertas, otras posibilidades para la danza de su relación matrimonial y familiar. En ambos hay historia en-carnada, in-corporada, pero hay un actor disponible a no reproducir, que no es es lo mismo que innovar. Bourdieu "palabrea" diciendo que el habitus es una estructura estructurada y estructurante, que organizan por tanto representaciones y prácticas. Esto es, que Paula, mi esposa no piense en dejar de bautizar, no sería tampoco una decisión individual meramente, sino parte de un conjunto estructurado de predisposiciones heredadas culturalmente, que a su vez estructuran las decisiones y los gustos. O sea todos al final, incluso yo educado con curas que quiero fiesta más que iglesia, pero que acepto la iglesia y le sumo "un voto" en el bautizo, tenemos la ilusión de la elección, por cuanto el habitus operaría de modo objetivamente subjetivo, para hacernos escoger entre lo ya estructurado. Pero no estamos tampoco, simplemente determinados -el habitus es una disposición, que se puede reactivar en conjuntos de relaciones distintos y dar lugar a un abánico de prácticas distintas.

Dice Bordieu: "El cuerpo cree en lo que juega: llora si mima la tristeza. No representa lo que juega, no memoriza el pasado, él actúa el pasado, así anulado en cuanto tal, lo revive. Lo que se aprende por el cuerpo no es algo que se posee como un saber que se domina. Es lo que se es."

5 Comments:

At 8:31 a. m., Blogger Iris said...

me sigue gustando este lugar, te leo y comento antes de comenzar "mi pega".

Tengo un hijo, al que bautizamos y
cuando creció y se enteró, me reclamó muy molesto, por que no se le consultó, no supe responder, sentí que tenía razón, debimos esperar a que el pudiera elegir.

En tu nota hay dos temas que "me llegan", la incomunicación, la incomprensión, entre Marcelo-esposa-familia, ¿porque al amigo le cuenta la razón profunda y al resto no?.

Y el gran tema, "lo que se aprende por el cuerpo", nos lleva aceptar sin cuestionar, antes fue la esclavitud, las razas superiores, las mujeres en casa y sin derecho a voto, hoy la cesantía el sistema económico y cuantos aspectos que resultan transparentes y mañana observaremos con horror.

Hacen falta más Marcelos, que en algún momento deciden no seguir la huella, que se salen del rebaño y buscan nuevas sendas.

Un abrazo,
Iris

 
At 9:38 a. m., Blogger Héctor Jorquera said...

escribo lo de Marcelo porque es un amigo entrañable y "complejo", incñuso le ragalé un cuento "Método para ser feliz". Hace tiempo no le veo a él ni a Katty, estos dias ire por su casa. Creo que en Katty también hay mucho de "sentido común" encarnado y eso me parece bien, sus argumentos me parecieron tan sólidos además...el tema pasa por no ir a bautizos obligados, ni aceptar que no se bautice tb obligados. Continuidad y cambio, contradicción, reproducción, quiebres, buena observación la de la sinceridad de él. La segunda parte será sobre el campus...suerte buen dia.

 
At 4:23 p. m., Blogger Héctor Jorquera said...

Gracias Cecilia, el presidente saliente dijo alguna vez "no hay mañana sin ayer..." y uno verifica a cada rato, en la forma como habla, lo que habla, con quienes habla, la ropa q escoge o los lugares que visita y la musica que oye, que el pasado es hoy y el futuro...también. Si, es posible que la vida sea no más (tampoco menos) que decidir demodo permanente entre bautizar o no, suerte, en temuco ahora hay sol, mas rato...lluvia

 
At 5:17 p. m., Blogger Alejandro Vega said...

Hola, "normalmente" de nuestros padres heredamos el apellido, la religion, en algunos casos el club de fútbol y en otros la tendencia política.
Concuerdo en la opinión de Marcelo, no me casé por ninguna religión y mi hija no está bautizada, es cierto que se nos cierran puertas como por ejemplo tenemos menos opciones de colegios para ella o tenemos menos opciones de becas universitarias.
En nuestro país hace tiempo que se separó "de hecho" la iglesia católica del estado, pero en la realidad no ha sido así. El 70% de nuestro país se declara católico, el 5% agnóstico, el 25% restante pertenece a otro credo o religión. Todos debemos ser respetados y considerados como personas independiente del % que representemos.
Considero que la opción de bautizar o casarse por alguna religión es algo que debe conversarse en privado entre la pareja y no incluir a los familiares que al final "hacen ruido" con sus prejuicios que a veces distan de nuestras opciones.
Saludos desde Arauco
Alejandro

 
At 1:45 p. m., Anonymous Anónimo said...

concuerdo con su opinon pero sera que puedes dar un ejemplo sobre ese habitus y practica de la familia xf

 

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