SENDEREANDO

Esta foto la tomé la semana pasada en la cordillera de Puyehue, cuando visité dos comunidades indígenas, ambas ligadas al Sendero de Chile. En Calfuco, y tras caminar cerca de 3 horas por senderos que bordean el río, pude conocer la belleza del lago Paraíso. Junto a él, la Comunidad Indígena ha construído un refugio que permita recibir a quienes se animen a llegar al fin del sendero. El lago impresiona por su belleza prístina y la paz inmensa que otroga sentarse en su ribera sin más ruidos que la acústica natural dada por la flora y la fauna del lugar. En Mawidanche, otra comunidad, y tras casi 3 horas también, pero en este caso de ascenso, pudimos elevarnos hasta los 1100 metros y tener una vista maravillosa del Lago Rupanco y el Volcán Osorno y el Puntiagudo. Las dos comunidades están desarrollando tramos del Sendero con apoyo Programa de pequeños Subsidios del Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo PPS/PNUD y Conama, además de la propia Conaf, cuyos parques nacionales colindan casi siempre con éstos senderos. Con inmensa paciencia han construído pasarelas, puentes, escaleras, miradores, quinchos y talleres artesanales para complementar la agricultura tradcional con el turismo sustentable y de intereses especiales. La organización que presido está a cargo de apoyar y sistematizar la experiencia aquí y en Melipeuco y Torres del Paine, como consultoría a Naciones Unidas. La sólida experiencia de Tatiana Naolín, profesional de Conama de Los Lagos y de Patricia Bertin, profesional de Conaf Osorno que apoya a ambas comunidades, me permitieron aprender y conocer mejor, tanto el diseño de los tramos del sendero, como la manera de organizarse de la gente para dar vida a estas iniciativas y los esfuerzos por unir ambos senderos con apoyo del Ejército.