TEMAS VALORICOS

Matrimonio entre homosexuales, ese fue el "tema valórico" por el cual fueron consultados los 3 candidatos y la candidata a la Presidencia de la República en el debate organizado por los canales de televisión. En alguna mente periodística ansiosa de "cuñas" para alimentar la semana televisiva con controversias rascas, tipo El Termómetro, cabe la especulación acerca que éste tema pueda constituir un tema valórico relevante y central en actualidad nacional, de otro modo no se explica a título de qué se pueda debatir sobre ello en un foro como ese. Sirvió en todo caso para saber que según Lavín falta Dios en la sociedad chilena. Falta, claro, "su Dios", católico y castrador, machista y con un plan divino para cada día y cada decisión de todo ser humano que EL haya concebido. Ese ser humano que puede elegir en que supermercado comprar, en cual AFP ser estafado, pero no puede escoger si casarse con otr/a de su sexo.. El tema antes que éste era la pena de muerte. Después el divorcio. Nadie puede divorciarse según el plan divino y nadie puede abortar. Aunque las estadísticas indiquen que más de 500 mil abortos se producen al año y que buena parte de ellos se los practican jóvenes que tienen acceso al dnero y médicos disponibles. Nadie puede usar condón, es inmoral, va contra el plan divino. ¿Y un sueldo injusto? no es tema valórico, recibir una pensión de $ 37.000 mensuales después de toda una vida de trabajo, ¿ no es tema valórico? ¿que un pacto político que saca el 33% de los votos pese en el congreso lo mismo que aquél que obtiene 59%?, ¿no es tema valórico? No, dirán los paladines del plan divino. Esos son temas económicos, en su defecto políticos, a lo más, algo social, pero jamás implicará valores, moral o ética. Eso, dirán Lavín y Piñera, lo resuelve la justicia, cada persona o el mercado. Una rápida búsqueda en Google, permitirá además detectar que los llamados temas valóricos, son parte de la agenda de la Iglesia Católica chilena, que aún a riesgo de desoir a sus fieles, hace alianza con los intolerantes y más preocupada de santificar al Padre Hurtado, es capaz hasta de olvidar que éste mismo nos recordba hace décadas que: "El católico ha de ser como nadie amigo del orden, pero el orden no es la inmovilidad impuesta de fuera, sino el equilibrio interior que se realiza por el cumplimiento de la justicia y de la caridad. No basta que haya una aparente tranquilidad obtenida por la presión de fuerzas insuperables...El orden social actual no responde al plan de la Providencia"