NOCHE DE LUNA

Una vez del otro lado, se volteó sorpresivamente para indagar tras sus espaldas. Le pareció que alguien espiaba y seguía su andar descuidado. Un aura extraña se mantenía de pie, junto al redondo pilar del semáforo que él había activado antes de cruzar. No supo con certeza si el perfil que observaba lo imaginaba o estaba allí, frente a él. Reacomodó sus lentes, sin dar crédito a lo que parecía ser por segundos, una imagen sin formas, y por otros, una silueta casi perfecta de sí mismo. Se quitó los lentes en un gesto estúpido. Dejó la bolsa con pan en el suelo. Sus zapatillas sumaron dos pasos hacia la vereda, de vuelta. Al borde de la calle se detuvo a contemplar silencioso, que la sombra, en la cual podía ahora identificar su propio rostro, oprimía también el mismo gastado botón. Transpiró ardoroso, como siempre por las tardes en la panadería donde trabajaba, cuando la sombra con sus mismos modos, aligeró el tranco para abandonar la vereda en dirección hacia él. No supo si huir, quedarse allí inmóvil como estaba, o atravesar a su encuentro. Se sorprendió congelado en su sudor, indicándole a un policía como había ocurrido el atropello. Contempló ligeramente al occiso, de ceño rígido y cabeza algo calva, al mismo tiempo que reconoció esas inconfundibles marraquetas esparcidas a su alrededor.
Obra: Mujer y pájaro bajo el claro de luna, Joan Miró
6 Comments:
¿lograremos ser testigos silenciosos de todo lo que ocurre a nuestro alrededor, en ese preciso momento en que el aire se detiene y nuestro cuerpo se inmoviliza?
Me gustó el relato, tu cuento, esta escena narrada...me quedo como espectadora viendo pasar los créditos.
Un abrazo al sur, al tuyo, el abrazo llega hasta ti...
0 sea ¿se murió? que susto, ¿se verá uno mismo muerto cuando se muera?
Precioso relato, la muerte lo andaba rondando en su misma sombra...
Qué detalles nos dará la última escena de nuestra vida?. Me deja la sensación de que Amadeo miró mucho y vivió poco. Triste semblanza de un ser. Excelente relato.
Te dejo mis saludo Héctor, un gusto venir por acá.
Buen viaje¡¡¡ el que invita este relato...solitario paso el de la muerte...SALUDOS
Héctor, perfeito casamento de palavras e imagem!
abrazos do Brasil,
Casti
Espectador de su propia muerte...No me parece desacabellado, sino paradójico e...impactante.
Un abrazo
Publicar un comentario
<< Home