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"La realidad secreta brillaba como un fruto maduro.
Empezaron a encender las luces del pueblo.
Los niños entraron a sus casas.
Oímos el silbido del titiritero que te llamaba.
Tú desapareciste diciéndonos:
"No hay casa, ni padres, ni amor:
sólo hay compañeros de juego".
Y apagaste todas las luces para que encendiéramos para siempre
las estrellas de la adolescencia que nacieron de tus manos
en un atardecer de mil ochocientos noventa y tantos..."
Jorge Teillier, Los dominios perdidos, 1963
9 Comments:
Hola! un amigo me hizo conocer algo de Tellier, muy bueno (mi amigo y Tellier) Que lindo ver buena poesia por la blogosfera.
Me gusta tu blog
Carinios
Pasaba a recorrer tu mundo... encantado.
MentesSueltas
hola Héctor. Vengo a invitarte a mi nueva casa bloguera, donde hay un rincón para este hermoso espacio tuyo. Todo por el afecto y la cercanía de un vínculo que surgió a través de la "red". Te espero en:
VOY ANDANDO
Un abrazo,
Daniel (ex-Alex)...ya verás...
PD: si tienes la amabilidad de actualizar el vínculo en tu lista de blogs...tanto mejor.
Saludos.
Cada día que entro a este rincón tuyo, me encuentro con un mundo mágico lleno de sorpresas gratas que enriquecen mi alma.
Gracias
optimista desde esa perspectiva.
compañeros de juego... y de pronto las piezas acallaron el grito perfilado verdad??? el universo con sus millones de espías luminosos tanteandos oscuridades hasta hacerlas recuerdo...
Un beso, sabes que te quiero.
Me dan ganas de incursionar por este autor.
despues de algun tiempo sin ordenador, volvi y te dejo un comentario de hola!1
Donde está Tellier, está la poesía.... qué belleza!
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