CAMIPENSANDO POR SANTIAGO

Camino por el centro de Santiago. Olores, voces, gritos, silencios y quejas todas distintas. Miro carteleras de cines, ofertores de saunas, inválidos, semáforos y edificios maravillosos condenados a convivir con esa arquitectura "moderna" carente de toda dimensión humana y pertinencia. Pienso en ese 50% de la población mundial que vive al día con el dinero que acabo de pagar en la hamburguesa que com{i reci{en, en esa otra mitad (quizás la misma) que jamás ha hecho una llamada por teléfono, justo cuando del otro lado de mi celular, mi hijo Felipe me pide cartas Duel Master. Lavín predica en el titular del kiosko, que me cuide, que me asaltarán el próxima esquina, y su séquito, que seguro jamás ha caminado por estas calles, reitera que sí, que esta ciudad es invivible a causa de la maldita democracia. En todo eso pienso cuando decido entrar a ver Se Arrienda, de Fuguet, un tipo del cual desconfío, pero que todos dicen que es talentoso, escribiendo y yo, que ya lo lei y no lo hallé talentoso, quiero ver si en el cine le da el palo al gato. Buses nuevos-buenos y lindos inundan la capital y yo ya extraño Temuco y sus grados de calor menos, su inercia pública y sus quejas privadas. Es fome, pero es mi ciudad, la que elegí para vivir junto a mi mujer y mis hijos y ya quiero volverme pronto, pero no sin antes pasar por Talca a abrazar a mi padre que ya dejó el hospital con 20 kilos menos y la certeza que nuestro cariño por él es gigante. Grande Queno! ganaste oto round. Pienso en los pobres a los que me debo y a los que se ofrendó el Padre Hurtado si tanta parafernalia ni tanto vuelto en los super ni tanta polera Líder ni devotos ritualizando su imagen sin practicar su justicia sabia y su alegría proverbial. Pienso en los pobres, " conozco a esos plebeyos...soy uno de ellos..." diría Serrat que pronto también irá a Talca: "...bienaventurados los pobres porque saben con certeza que no ha de quererles nadie por su riqueza..." o "bienaventurados los que no tienen claro porqué ...de ellos es el reino de los cielos..." Santiago es el resumen de toda nuestra riqueza y el recuerdo también de todo lo que nos falta, y a veces deseo creer que nos falta menos, bastante menos que antes.